LA GRACIA Y LA PROFECIA En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos. Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén. Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y miraran a mí a quien traspasaron, y lloraran como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. (Zacarias 12: 8-10) La profecía que enseña al hombre, exhorta a la libertad de la gracia vivida en la vida de Jesús, para enseñar la verdad de la redención y la Palabra de Dios a todo aquel que decide seguir a Cristo en un vínculo celestial; teniendo en cuenta la necesidad espiritual del conocimiento del reino de Dios y de su justicia, con la intervención y guía del Espíritu Santo. EL ministerio de la reconciliación con el Dios vivo de la creación, en Jesucristo trae libertad; con su gracia y oración activa el privilegio santo de entrar en unidad con el Espíritu de Jesús en su crucifixión de carne en su cuerpo, para con su Espíritu dar vida al redimido en unidad con el Espíritu eterno, que ampara con su gracia y libertad en la regeneración al hombre renacido. Así también en los días de aflicción; quien vive en unidad con su Espíritu, en su gracia la verdad del Espíritu eterno hace visible, su amor, su fe, y su bien, en el hombre que afirma en el camino de Jesús sus pasos; con la guía y dirección de su Espíritu, para con su poder de libertad originar la verdad del antiguo testamento; mirando al que traspasaron, por su gracia, somos salvos. En la intimidad y relación con el bien eterno prometido por Jesús, el consolador fue enviado por el Altísimo a relacionar la paz eterna en unidad con la gracia; cortando así la maldición del hombre, mujer, joven y niño, redimido y rescatado por él en la vida y en la gracia de Jesús, con el fin de que, el hombre logre entender los mensajes proféticos anunciados desde antes de la creación; manifiestos y revelados por el Espíritu Santo. Nótese, y miraran a mí a quien traspasaron. Todo aquel que mire la crucifixión de Jesús y le reciba como Señor y salvador; recibe el poder de su espíritu de gracia, para velar constantemente en oración y recibir el fructífero don del Espíritu Santo y con su poder evitar el tropiezo y la caída con la oración que vence al mundo de pecado y al peligro de entrar en tentación. Estimado amigo; medite en este mensaje, venga a la verdad de la redención, conozca el amor de Dios por la humanidad; venga a la cruz del calvario; mirando al Hijo del Altísimo, traspasado por amor a usted; reconozca su pecado y arrepiéntase; aparte su pie de todo mal camino, para hallar gracia y oportuno socorro con la libertad del Espíritu de Cristo. OREMOS. Bendito Dios y Padre, Señor Todopoderoso en tu Santo y amado Hijo te doy gracias por tu amor y fidelidad eterna, gracias Jesús por el compromiso aun vigente de tu sacrificio de redención, para perdón de mis pecados; te confieso que soy pecador y me arrepiento; lávame con tu sangre, te recibo en mi corazón, lléname de tu Espíritu y del conocimiento de tu verdad para salvación, libertad y vida eterna Amén. ...
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