LA VOZ DE DIOS

TERCERA PARTE Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado. (Isaías 58:1) La voz que da vida nuestro espíritu es la Palabra de Dios; escrita en las tablas del corazón de todos aquellos redimidos que la practican y llegan al conocimiento de su gracia en la verdad, guía, y dirección del Espíritu eterno en Jesucristo. La garganta emite los sonidos del interior del corazón, de acuerdo a la razón y a los pensamientos establecidos en la mente del individuo. La razón en el pensamiento, unido a los pensamientos del Altísimo genera palabras de bien, de paz y libertad; son las palabras de vida que atesoran un vínculo de santidad con el amor de Dios en Cristo. La palabra debe estar siempre presente en el cuello para hablar vida, por el mismo Espíritu a nuestro espíritu; y no solo a nuestro espíritu sino también a toda la raza humana, y aún a la misma creación que por el amor, la fuerza y el poder de Dios en Jesucristo, se sostiene. Hay quienes hablan mal sin tomar en cuenta la Palara de Dios; porque desconocen su contenido, llevando así destrucción a la obra de Cristo. La Palabra del Altísimo Rey de reyes, posee la libertad de su Espíritu en la cual se desarrolla el vínculo de integridad en la vida de todo individuo que se acerca a Jesús, se aparta del mal y hace el bien, para hacer que las personas comprendan el amor de Dios; o hay quienes simplemente se interesen por leer la palabra, sin tomar en cuenta su Espíritu en su gracia; es decir, el Espíritu eterno en Jesucristo, está en el espíritu de gracia derramado al redimido, que por su fe en la crucifixión de Jesús en la cruz del calvario, recibió, para prevalecer en la victoria de Jesucristo....



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